jueves, 16 de julio de 2009

"El pico llegará cuando se reanuden las clases"

Mientras Macri llama a volver al trabajo

Emilio Santabaya, ex director del Malbrán, acaba de denunciar que “en 2004 la OMS envió un informe a la Argentina, que advertía sobre una posible epidemia de gripe que podría ser 900 veces mayor respecto del valor de las habituales (...) Pasó un lustro y la Argentina, que sabía entonces que iba a venir una epidemia, no hizo nada”. Santabaya opina que “estamos ante una danza alocada en la que todos opinan como si supieran y lo extraño es que en el famoso comité de crisis no hay médicos especialistas en problemas respiratorios, como neumonólogos” y cita ejemplos de varios disparates de consecuencias funestas. Por ejemplo, se extraña de que el infectólogo Daniel Stambulián “recomiende abiertamente” el tamiflu: “No es un medicamento para tomar por las dudas. Tiene contraindicaciones neuropsiquiátricas”, explica. Por el otro lado, afirma que “es un error informar que, si no registra más de 38 grados de temperatura no se deben realizar consultas. La mayoría de las personas tiene fiebre, pero depende de cada ser humano cuánta temperatura levanta”.

Indek sanitario

Cuando la responsabilidad del gobierno por la extensión y consecuencias de la epidemia de gripe A se torna irrefutable, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, estrenó el cargo calificando de “chantas”, sin nombrarlos, a Médicos Sin Fronteras, porque denunciaron que el número de muertos por la gripe A “duplica o triplica” el del gobierno. Hasta el compañero de gabinete de Fernández, el ministro de Salud, Juan Manzur, “admitió que la cantidad de muertos puede ser superior” a los que reconoce el gobierno (El Cronista, 13/7). Hace semanas que los datos de Nación contradicen los provinciales, aunque también los gobernadores los dibujan.

Según la ministra de Salud de Santa fe, Débora Ferrandini, “cuando la magnitud de una epidemia no se reconoce como tal, es muy fácil ocultar una muerte por gripe A detrás de otra patología respiratoria, como una neumonía. No es que Santa Fe tenga más muertes, simplemente no las oculta” (La Capital, 10/7). Según Ferrandini, las estadísticas de Macri, Scioli y Schiaretti son “sencillamente ridículas”. Al gobierno le toman el pelo hasta las empresas funerarias, que se enteran de la causa de muerte por las familias y no por los certificados de defunción. “En mi empresa ya velamos unas 20 personas con ese diagnóstico... ¿quiere decir que velamos un cuarto de los muertos del país?”, se preguntó no sin ironía un empresario del sector” (La Nación, 13/7).


“Estamos en plena epidemia”

Santabaya, que considera gravísima “la falta de directivas unificadas”, advierte que “la OMS dijo que el pico de esta enfermedad llegaría en la semana 29, justo cuando nuestras autoridades dispusieron que se reanuden las clases” (La Nación, 13/7). La OMS es denunciada por voceros del oficialismo como una sucursal de los laboratorios internacionales, cuyo interés es sembrar el alarmismo para promover la venta de sus medicamentos. Exactamente lo contrario del intento de desmovilizar a la población con el cuento de que el pico de contagio ya pasó porque disminuyeron las consultas en los hospitales. “El pico pasó hace unos días. Invitamos a retomar la actividad normal, a cuidar nuestros empleos”, dijo Mauricio Macri, preocupado por el ausentismo, aunque el sábado había 1.500 internados y 200 casos críticos solamente en la ciudad (La Nación, 11/7). El bonaerense Claudio Zin, en cambio, deshoja la margarita: cree que “puede ocurrir que siga disminuyendo, pero también puede existir un ligero repunte en las próximas semanas. Eso no lo sabemos”, precisó.

Las “visiones optimistas” fueron drásticamente refutadas por los especialistas, que explican que la baja en las consultas “se dio, fundamentalmente, entre los menores” y la adjudican “a la suspensión de las clases”. “Las consultas en adultos se mantienen constantes y aún estamos en plena epidemia. No se puede hablar de amesetamiento ni de curva descendente. Aventurarse con pronósticos demasiado alentadores es muy riesgoso, porque se corre el peligro de que la gente baje la guardia”, retrucó Jorge San Juan, jefe de terapia intensiva del Muñiz y coordinador del Comité de Emergencia. Eduardo López, otro integrante del Comité y jefe del Departamento de Medicina del hospital Gutiérrez, señaló: “Hay que apuntar a la prevención más que nunca. Estamos en plena epidemia, y es esperable que se presenten una gran cantidad de nuevos casos”, especialmente en las provincias. Solamente Alejandro Vilela, de la Universidad Austral, señaló una obviedad: “Los pacientes no consultan por miedo a entrar en los hospitales” (La Nación, 13/7).

Es imperioso multiplicar los comités de crisis en cada hospital, escuela, lugar de trabajo, para que gestionen los recursos y tomen en sus manos la defensa de la población.

O.C

domingo, 12 de julio de 2009

Frente a la emergencia nacional por la epidemia de Gripe A

Tribuna de Salud propone:



Que se informen las estadísticas de casos por regiones y el total nacional de enfermos confirmados y asistidos con infección respiratoria aguda



El número de pacientes internados en todo el país en el sector público y privado.

La mortalidad por casos confirmados en todo el país.


Exigimos un plan de emergencia nacional con un programa único para enfrentar la epidemia.

Recomendaciones para la asistencia de los pacientes enfermos y sus contactos.

Medidas de prevención y tratamiento.



Régimen único, nacional, para el beneficio de licencias laborales durante la epidemia, sin afectar los salarios, premios ni presentismo.



Provisión del antiviral oseltamivir y/o zanamivir sin restricciones en todos los ámbitos de la salud pública en el nivel municipal, provincial y nacional y entrega gratuita de la medicación con indicación médica. Provisión de medicación para tratamiento y profilaxis.



Provisión de pruebas de diagnóstico para la influenza A (H1N1) a todos los laboratorios de los hospitales que asisten a pacientes internados, en el ámbito municipal, provincial y nacional.



Que se declare la emergencia sanitaria nacional.

Triplicación del presupuesto de salud.

Nombramiento para todos los cargos vacantes y designaciones inmediatas de todo el personal necesario para enfrentar la emergencia sanitaria sin flexibilización laboral.



Aprovisionamiento de insumos y recursos técnicos para enfrentar la emergencia sanitaria en todos los hospitales y centros de salud.



Que se diagrame un plan centralizado de contingencia nacional con efectores locales en todos los niveles, que garantice la asistencia de los enfermos, la provisión de insumos, la medicación y los recursos técnicos para la asistencia de los enfermos.

Que se habiliten consultorios de atención, camas de internación, laboratorios de diagnóstico en los establecimientos de la medicina privada y que todos sus recursos se dispongan bajo control del estado.



Que se organice un plan común de asistencia con el sector de la medicina social (obras sociales sindicales).

Que todos los sindicatos organicen y articulen en un único registro por región y ciudad o pueblo, todas las camas disponibles para la internación en los sanatorios sindicales, bajo control de sus cuerpos de delgados y trabajadores.



Que las asambleas sindicales y las organizaciones gremiales de los trabajadores de la salud de todo el país se reúnan y organicen un plan de trabajo con turnos rotativos y descansos de cumplimiento efectivo sin afectar los salarios, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad, preservando la integridad psicofísica de los trabajadores técnicos y profesionales que se ve agravada por el aumento del trabajo y la demanda asistencial.

Por un plan nacional de emergencia frente a la epidemia y la emergencia sanitaria, que movilice a toda la población a través de sus organizaciones gremiales, asambleas barriales, en cada taller y en cada oficina, en cada lugar de trabajo, en las escuelas y en los comedores de cada rincón del país, bajo el control de sus trabajadores.



Denunciamos el encubrimiento de los alcances de la epidemia, ocultados a la opinión pública por el gobierno nacional que ahora admite, después de las elecciones, la cifra de 100.000 enfermos.

Denunciamos la falta de un plan nacional de emergencia y las consecuencias sanitarias y sociales que amenazan a la población ante la incapacidad del gobierno nacional para enfrentar la emergencia sanitaria de la epidemia de gripe.



RESOLUCIÓN 471/2009 INFLUENZA A (H1N1)

MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL
SALUD PUBLICA Bs. As., 1/7/2009
Establécese una licencia preventiva para los trabajadores de la Administración Pública y del Sector Privado.
VISTO:
la Ley Nº 26.456, Ley de Ministerios (texto ordenado por Decreto Nº 438 del 12 de marzo de 1992), sus modificatorios y complementarios, y
CONSIDERANDO:
Que la situación producida por la INFLUENZA A (H1N1) y sus eventuales derivaciones en el ámbito laboral hacen necesario, con una finalidad de prevención, adoptar las medidas tendientes a brindar la mejor protección a las personas involucradas, evitando en todo lo posible que se vean afectadas las relaciones laborales y las condiciones productivas de la nación.
Que por Ley 26.456 se prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2009 la vigencia de la Ley 26.204, prorrogada por su similar 26.339, hallándose en consecuencia vigente la emergencia en materia social.
Que mediante una interpretación armónica e inclusiva de las normas antes referidas, debe impulsarse la adopción de medidas que tiendan a preservar las relaciones de producción y empleo y la protección del salario que en forma habitual perciben los trabajadores y las trabajadoras y la integridad de sus núcleos familiares.
Que la presente medida se dicta ante las excepcionales circunstancias antes referidas y en uso de las facultades conferidas en el artículo 23 de la Ley de Ministerios (texto ordenado por Decreto Nº 438 del 12 de marzo de 1992), sus modificatorios y complementarios, en concordancia con los preceptos de la Ley Nº 26.204, prorrogada por sus similares Nros. 26.339 y 26.456.
Por ello, EL MINISTRO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL RESUELVE:
Artículo 1º — Establécese una licencia preventiva por QUINCE (15) días corridos, a partir del 3 de julio del corriente año, con goce íntegro de haberes, para las mujeres embarazadas y para los trabajadores inmuno comprometidos o que padezcan enfermedades oncológicas o enfermedades que le provoquen inmuno supresión o patologías cardíacas crónicas, diabetes o afecciones respiratorias. El trabajador o la trabajadora para gozar de esta licencia deberá acreditar tal situación mediante certificado médico.
Articulo 2º — El trabajador o la trabajadora que tuviera que atender el cuidado de su grupo familiar primario en virtud de la enfermedad INFLUENZA A (H1N1) tendrá derecho a gozar de un período de licencia de QUINCE (15) días corridos con goce íntegro de haberes, debiendo reintegrarse a las tareas a la finalización de la misma.
Articulo 3º — El trabajador o la trabajadora para gozar de licencia en virtud de la enfermedad de alguno de los integrantes de su grupo familiar primario, deberá acreditar mediante certificado médico la existencia de afección específica por la INFLUENZA A (H1N1) o, en su caso, la sintomatología que determine una posibilidad cierta de dicha afección.
Articulo 4º — El empleador podrá ejercer las facultades de control médico respecto de los integrantes del grupo familiar primario, exclusivamente en relación a la constatación de la existencia de INFLUENZA A (H1N1) o de la sintomatología vinculada a esta enfermedad, cuando ello sea la causa de la licencia acordada.
Articulo 5º — Los plazos de licencia se computarán a todos los efectos como tiempo de servicio. Articulo 6º — Los empleadores no podrán deducir de los haberes de los trabajadores los premios o adicionales establecidos por puntualidad, asistencia, presentismo u otros conceptos ligados a éstos, cuando los motivos que pudieran ocasionar su pérdida se deriven de la licencia que le hubiese sido acordada por padecer el trabajador o algún integrante de su grupo familiar primario de la INFLUENZA A (H1N1) contemplada en la presente norma.
Articulo 7º — En toda otra situación derivada de medidas dispuestas en prevención de la INFLUENZA A (H1N1) no prevista en los artículos precedentes, los empleadores procurarán adoptar medidas adecuadas para la protección de la salud psicofísica de sus dependientes y facilitar la atención integral del grupo familiar primario.
Articulo 8º — Establécese que las disposiciones de la presente Resolución serán aplicables a los trabajadores y a las trabajadoras tanto de la Administración Pública Nacional como del Sector Privado.
Articulo 9º — Delégase en la SECRETARIA DE TRABAJO el dictado de las normas complementarias, aclaratorias e interpretativas que requiera la aplicación de la presente Resolución.
Articulo 10. — Invítase a las Provincias y a la CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES, a adherir a las disposiciones de la presente resolución mediante el instrumento legal correspondiente.
Articulo 11. — Regístrese, comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese. —
Carlos A. Tomada.

Tribuna de Salud plantea:

1. Cese por 15 días de toda la actividad del país (como hizo México), ya sea laboral, comercial o educativa.
2. Aumento inmediato del presupuesto de salud para enfrentar la emergencia, bajo el control de los trabajadores de los hospitales.
3. Colocar el sistema de salud privado bajo manos públicas, utilizando todos los recursos disponibles para la atención del pueblo.
4. Incorporación del presentismo al básico, mientras dure la emergencia.
5. Que los salarios se paguen al ciento por ciento en caso de suspensión de actividades.

La Argentina es el tercer país por número de víctimas de gripe A (42 al 30 de junio) y por el aumento de casos. El diario La Nación (29/6) afirma que “los muertos serían más de un centenar y el número de infectados, más de 10.000”. El ausentismo escolar llega al 40% y el laboral, al 30%. Todos los especialistas coinciden en que las peores semanas son las que están por venir.
Sin embargo, el Comité de Crisis formado por el gobierno está paralizado. No decretaron la emergencia sanitaria sino que dejaron librado el accionar a cada provincia. Ni el gobierno nacional ni los de las provincias, incluso aquellos que están en manos de sectores opositores, propusieron aplicar una política para enfrentar de raíz la epidemia.

¿Qué se debe hacer? Todos los especialistas coinciden en que el cierre de las actividades públicas en México logró frenar la epidemia. Habría que hacer lo mismo: limitar los viajes, montar cordones sanitarios, prohibir eventos masivos. De nada sirve suspender las clases si, por otro lado, la gente sigue viajando en medios de transporte abarrotados o si se estudia o trabaja en condiciones propicias para extender el contagio.

Pero si no se lleva adelante esta política es porque se prioriza la defensa de los intereses de los capitalistas. Para éstos cualquier suspensión de la producción equivale a dejar de ganar millones y millones de pesos. El gobierno prioriza los intereses de los capitalistas, no la salud de la población. Ni siquiera se ha tomado la medida elemental de incorporar, mientras dure la emergencia, los presentismos al básico. Si se suspenden actividades por la pandemia el salario debe ser pagado igualmente al ciento por ciento.

La epidemia de Gripe A muestra que el sistema sanitario argentino está en ruinas. En el Malbrán no hay reactivos específicos para esta enfermedad y el diagnóstico se hace por descarte. Las camas de las terapias intensivas y de neonatología de los hospitales porteños están colmadas al 100%. El Hospital de Campo de Mayo y el Policlínico Posadas -30% de sus internados tienen gripe A- decretaron por su cuenta la emergencia. La Asociación de Profesionales de Posadas informa que “no hay agua caliente, faltan camas y médicos, y los que hay están agotados, duermen como mucho dos horas por noche debido a la gran demanda”. En el hospital Notti, de Mendoza, dos médicos de guardia atienden un promedio de 300 pacientes. Esa es la norma en todo el país: una debacle. “No puede ser que no haya presupuesto ante una pandemia”, dice Horacio López, infectólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Ante el derrumbe sanitario la única salida posible para enfrentar la actual situación es imponer que el sistema de salud privado pase a manos públicas, colocando todos los recursos disponibles que tiene el país disposición del pueblo. ¡No puede ser que existan clínicas cinco estrellas, con menú a la carta, mientras el pueblo se muere en las camillas porque no alcanzan los nebulizadores!

En cada lugar de trabajo y de estudio es necesario que los trabajadores se autoconvoquen para imponer un programa que nos permita defender nuestra vida y la de nuestra familia.

Más que la gripe, mata el gobierno

La Argentina es el tercer país por número de víctimas de gripe A (42 hasta el martes 1º) y por el aumento de casos. Pero el Comité de Crisis -que ni siquiera se reunió en la semana de las elecciones- decidió esperar al nuevo ministro para ver qué hace. Autorizaron que cada provincia amplíe, a su criterio, el período de vacaciones. Llegan tarde: seis provincias ya lo hicieron, Buenos Aires decretó la emergencia, hay universidades evacuadas e infinidad de colegios cerrados. Según el infectólogo Eduardo López, el ausentismo escolar llega al 40%, y el laboral al 30%. Los especialistas coinciden en que el cierre de las actividades públicas en México, “al mundo le resultaron sorprendentes, pero lograron frenar la epidemia” (La Nación, 28/6). Habría que hacer lo mismo: limitar los viajes, montar cordones sanitarios, prohibir eventos masivos. La industria del espectáculo y el turismo se opuso. El comité decidió esperar.

“El comité está absolutamente desorientado, desbordado, no saben qué hacer”, opina Médicos Sin Bandera (26/6). Se equivocan: hasta las elecciones, mantuvo un cerrado ocultamiento, compartido por todo el arco patronal y sus candidatos, que jamás hablaron de la gripe en la campaña. Y todas sus “desorientaciones” van en la misma dirección: ahorrar recursos a costa de la vida de la población. Por ejemplo:

Reactivos e hisopados

El Comité suspendió los hisopados “excepto en casos de absoluta necesidad” para “no atiborrar los laboratorios”. El Malbrán demora diez días en dar el resultado. Pero, “a partir de la semana próxima, la provincia de Buenos Aires contará con tests que en sólo 15 minutos determinan si la persona es portadora de gripe A”. ¿Por qué el Malbrán no tiene el test de los 15 minutos? Porque lo condenaron a la asfixia presupuestaria, sin cubrir vacantes, con salarios infames... Que los médicos diagnostiquen como pueden. Una embarazada de la Maternidad Sardá, que consulta hace diez días, denuncia: “Si sigo así, me dijeron que me van a hacer las pruebas de gripe A” (La Nación, 27/6). Es un crimen, porque el diagnóstico inmediato es clave para bajar la tasa de mortalidad. En Estados Unidos murió menos gente que en México, justamente, porque tenían el diagnóstico en el día. Médicos Sin Banderas afirma que en el Malbrán “no hay reactivos específicos para la gripe A, el diagnóstico se hace por descarte” (Urgente 24, 8/5). Hay que confiscar todos los laboratorios privados y abrir nuevos laboratorios públicos, dotarlos de profesionales e insumos.

Colapso hospitalario

La gripe A “ya circula más que la gripe común”. El Ministerio indicó que se deben tomar “todos los casos de influenza como potenciales de gripe A” e internar “a todos los que padecen neumonía”. Cínicos: “¿Tiene la Argentina hospitales y camas suficientes como para tolerar una eventual marea humana?”, se pregunta La Nación. Responde: “No” (La Nación, 29/6).
Los funcionarios niegan el colapso sanitario: el 24 de junio, antes del pico, “más de treinta niños esperaban ser derivados sin camas disponibles en la zona sur” (FesProSa). En Mar del Plata, los pacientes que deban ser aislados ¡irán a parar a los cuarteles! (Clarín, 25/7). Desde el 15 de junio, “las camas de las terapias intensivas y de neonatología de los hospitales porteños estaban colmadas al 100%”. En Capital y provincia se postergaron todas las cirugías programadas “para priorizar la atención de los pacientes que sufren Gripe A H1 N1 graves, neumonías y bronquiolitis” (Clarín, 23/5). El Hospital de Campo de Mayo y el Policlínico Posadas -30% de sus internados tienen gripe A- decretaron por su cuenta la emergencia. La Asociación de Profesionales de Posadas informa que “no hay agua caliente, faltan camas y médicos, y los que hay están agotados, duermen como mucho dos horas por noche debido a la gran demanda”. En el hospital Notti, de Mendoza, dos médicos de guardia atienden un promedio de 300 pacientes. Esa es la norma en todo el país: una debacle. “No puede ser que no haya presupuesto ante una pandemia”, dice Horacio López, infectólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Claro que hay que aumentar el presupuesto. Pero además hay que terminar con las clínicas cinco estrellas de menú a la carta mientras el pueblo se muere en las camillas porque no alcanzan los nebulizadores.

Según La Nación (29/6), “los muertos serían más de un centenar y el número de infectados, más de 10.000”. ¡Hay que suspender ya las clases y terminar con las muertes de alumnos y docentes! La oposición no dice ni pío porque la gripe A desnudó tres núcleos fundamentales del régimen social que todos defienden: que el país “carece de sistema sanitario”; que el gobierno “no tiene estrategia ni plan ni logística para enfrentar el flagelo”; que “muchísimos argentinos viven precariamente, casi desnutridos. El sistema inmunológico de ellos es muy escaso” (La Nación, 29/6). Más claro: los chicos del partido de polo, a los 20 días volvieron a jugar al polo. Pero a los enfermos de las barriadas, la gripe “les incendia los pulmones”, incluso si no tienen patologías previas. “Estamos viendo la internación de pacientes jóvenes, con neumonías, algunas que evolucionan hacia una gravedad inusitada, en la que el pulmón se ‘incendia’ en cuestión de horas”, dijo Jorge San Juan, jefe de Terapia del Hospital Muñiz (La Nación, 27/6).

“El gobierno de la Capital no tiene facultades legales para usar en una emergencia las instalaciones de clínicas y sanatorios privados”, advierte por si las moscas el inefable Joaquín Morales Solá. No es nuevo que para La Nación la propiedad está antes que la vida. Pero el pueblo debe imponer que todas las camas privadas se incorporen a la nómina oficial, se refuercen las dotaciones de personal e insumos en el sistema público, y se aumente el sueldo de los trabajadores, que se están jugando la vida. El aumento del presupuesto sanitario debe incluir las reivindicaciones de los trabajadores. Los privatizadores de la salud pública no pueden administrar los recursos. Deben estar bajo control de las asambleas de pacientes, vecinos y trabajadores de la salud y la educación. Es el único programa que salvará vidas.

Olga Cristóbal y Clementina Robles

La improvisación tiene responsables políticos

Ocaña y Sergio Massa anunciaron a fines de mayo el cierre por 14 días de 4 escuelas de Belgrano y Pilar ante los nuevos casos confirmados de gripe A (H1N1).

Las cifras oficiales informaban 19 enfermos.

El 1º de junio Clarín informaba que los casos ascendían a 115; el 90% en escuelas.

El 03/06/09 Crítica publicó las declaraciones del Ministro de Salud cordobés, Oscar González, quien aseguró que esta enfermedad “es un fiasco” inventado por los laboratorios para vender más medicamentos, sin privarse de criticar la medida adoptada a nivel nacional de cortar los vuelos a México.

A pesar de González, la Agencia de Noticias Institucionales informó el 03/06/09 que el Ministro de Salud bonaerense ponía en funcionamiento una red de consultorios especiales destinados fundamentalmente a la atención de casos sospechosos de influenza A (H1N1) en 13 hospitales de referencia regional de la provincia.

El 08/06/09 el viceministro de Salud de la Nación Carlos Soratti confirmó 13 casos más, ascendiendo la cuenta a 215 casos confirmados desde el comienzo de la epidemia en abril.

El 09/06/09 La Voz del Interior señaló que el Ministro Claudio Zin en la provincia de Buenos Aires, propondrá en la reunión de mañana del Comité de Seguimiento de la influenza A (H1N1) que no se cierren más los colegios en donde se hayan detectado casos de la enfermedad, ya que, a su criterio, el mejor método preventivo es el aislamiento voluntario.

Veintidós escuelas cerraron en Capital Federal y provincia de Buenos Aires a pesar de que Zin y González desaconsejaban el cierre de los colegios.

El 18/06/09 el número total de enfermos ascendía a 918 (Clarín).

El comité de expertos del Ministerio de Salud de la Nación recomendó que en el Área Metropolitana no se cerraran más escuelas y que la suspensión de clases será evaluada por la autoridad sanitaria local.

El Ministro de Salud porteño Dr. Lemus dijo que en la Ciudad la enfermedad estaba en etapa de transición con circulación del virus fuera de los colegios, admitiendo la progresión de la epidemia.

El 23/06/09 el Malbrán confirmaba 95 casos nuevos y un total de 1.213 en el país (La Voz del Interior).

En Córdoba se confirmaban nueve pacientes notificados en forma oficial.

En el país quedaban sólo seis de las 24 jurisdicciones sin casos confirmados de influenza A (H1N1), siendo la Capital Federal en donde hay más contagios (614), seguida de la provincia de Buenos Aires, con 355.

El 25/06/09 La Nación fue categórica: la epidemia de influenza A/H1N1 adquiere cada día una magnitud más preocupante. El Gobierno analiza decretar la emergencia sanitaria en la región metropolitana la semana próxima, después de las elecciones legislativas, lo que daría paso a drásticas medidas de contención del contagio, con el cierre temporal de lugares de concurrencia masiva, como colegios, shoppings, cines y recitales.

Mientras Ocaña esquivaba la declaración de la emergencia nacional en medio del desborde del sistema de salud, el comité de crisis eligió no reunirse hasta pasadas las elecciones.

“Claudio Zin comentó anteayer que el ausentismo en los hospitales alcanzaba el 40% por el personal también afectado por diferentes enfermedades. Frente a esa situación y al notable incremento de las consultas médicas se determinó convocar a profesionales sanitarios jubilados y a estudiantes de los últimos años de la carrera de medicina para que hicieran el control primario de las consultas.

El Hospital Posadas (Haedo) el centro de derivación con mayor cantidad de muertes, se encontraba colapsado.

El 26/06/09 el Consejo Federal de Salud decidió solicitar al Ejecutivo Nacional la declaración de la emergencia sanitaria.

Un día después de las elecciones Morales Solá (La Nación) fue terminante: “cuando haya escampado el vendaval de las elecciones, Argentina chocará de frente con su realidad sin retoques: el drama de la influenza A/H1N1 (que se está llevando vidas jóvenes y sanas), la parálisis y el aislamiento de su economía, la escasez de trabajo, el asombro constante de la inflación y la irrelevancia de su papel en el mundo”, admitiendo la carencia del sistema sanitario y la falta de estrategia gubernamental para enfrentar la epidemia.

Morales Solá señaló que las vacilaciones de Ocaña ante el efecto electoral de la declaración de la emergencia sanitaria, coincidieron con la paralizaron del gobierno, denunciando un hecho más grave aún: ni la Argentina ni la Ciudad de Buenos Aires tienen recursos esenciales para enfrentar una crisis sanitaria como la que se anuncia!

El 29/06/09 cinco provincias (Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Entre Ríos y Neuquén) resolvieron suspender las clases en todos sus niveles.

Los especialistas descreían de la información oficial, dato que incidiría en la tasa de letalidad, mucho mayor a los demás países, asumiéndose además que las camas de internación no alcanzan, las cirugías programadas fueron suspendidas y que se necesitan más médicos y más respiradores (Agencia IPS).

Mientras los gremios de la salud de Córdoba reclaman por las medidas de bioseguridad para sus trabajadores, las cifras “no actualizadas por la acefalía ministerial” señalan 43 muertes y 1587 casos confirmados.

El 01/07/09 la Ciudad de Buenos Aires y 16 provincias resolvieron suspender el dictado de clases en todos sus niveles, para prevenir la propagación del virus de la influenza A/H1N1 en las escuelas, a la vez que varias jurisdicciones decretaron la emergencia sanitaria con la misma finalidad (Ámbito)

El 02/07/09 todas provincias suspendieron las clases involucrando a 11.000.000 de estudiantes (Clarín), adhiriendo en la UBA la Facultad de Odontología, Medicina, Sociales, el CBC, los colegios Nacional Buenos Aires, Carlos Pellegrini y la Escuela de Producción Agropecuaria.

En medio de la improvisación gubernamental y cuando los especialistas anuncian que en las próximas dos semanas ocurrirá el pico de esta oleada epidémica, distintos municipios y Ciudades tomaron sus propias medidas de acción.

El nuevo Ministro de Salud de la Nación Manzur declaró que desde el comienzo de la epidemia hubo más de 100.000 infectados en todo el país, 60 veces más que el último parte pre electoral!.

Cristina Kirchner lo cruzó de inmediato dando cuenta del primer enfrentamiento.

Clarín publica en su tapa del 04/07/09 la falta de coordinación para frenar la pandemia.

La crisis sanitaria desatada por la epidemia de gripe desnuda la realidad del sistema de salud, estructuralmente quebrado e incapaz de enfrentar las necesidades de la población.

La epidemia de gripe profundiza la crisis política.

martes, 23 de junio de 2009

La gripe no es una novedad


Las pandemias por el virus de la gripe (influenza) no son una novedad.
La "gripe española" de 1918 aniquiló alrededor de 100 millones de personas, la mayoría de ellos trabajadores y campesinos movilizados al frente de la Primera Guerra Mundial; es decir, fueron víctimas de la rapiña imperialista.
Por otra parte, la gripe estacional mata anualmente millones de personas en todo el mundo. La disponibilidad de la vacuna es escasa, y en la mayor parte del globo su distribución no es gratuita.
La mutación que dio a luz a esta nueva cepa de influenza (H1N1) se desarrolló como consecuencia de una mezcla de varios virus dentro de un mismo cerdo, combinando gripe humana (estacional), porcina y aviar.
Con controles estrictos de cualquiera de esas gripes, la posibilidad de que un mismo cerdo padezca las tres, y que además se produzca el intercambio del genoma, sería casi nula.
Es habitual que los trabajadores y campesinos que tienen contacto con cerdos padezcan gripe porcina. Lo que no ocurría hasta ahora era que pudieran contagiarla a otro ser humano. Por supuesto también es común que padezcan gripe estacional, dado que en general no están vacunados.
Por lo tanto, aunque existen condiciones biológicas que exceden a las sociales (mutaciones, reservorios en aves migratorias), es falso que el régimen social capitalista nada tiene que ver aquí.
Con la epidemia ya establecida y en vías de propagarse por todo el mundo (pandemia) queda por discutir la preparación sanitaria del conjunto de la humanidad.
Los ministros de salud Claudio Zin (provincia de Buenos Aires) y Jorge Lemus (Caba) se mostraron juntos en un programa de televisión (A dos voces-TN), haciendo loas a la gestión de Ocaña, a la campaña contra el dengue (!!!) y a la capacidad de nuestro sistema de salud.
Destacan al Hospital Muñiz como "centro de referencia" frente a una futura epidemia, cuando éste no cuenta con mosquiteros (no se ha frenado la epidemia de dengue), escasean reactivos (hasta para diagnosticar hepatitis), autoclaves e insumos de todo tipo. Las camas están abarrotadas de pacientes con Sida. ¿Adonde piensan aislar a miles de pacientes con gripe porcina de ser necesario?
El hospital más grande del país es el Clínicas. La debacle edilicia y estructural (no tiene tomógrafo, de los 20 equipos de rayos X funciona sólo uno), así como la miseria salarial de sus trabajadores, lo ha convertido en una cáscara vacía.
La destrucción del sistema público de salud fue una política consciente del imperialismo, que sentó sus bases internacionales en esta materia durante la conferencia de Alma Ata (Kazajastán, 1978); es decir, con la complicidad de la burocracia restauracionista que por aquel entonces decía defender el socialismo. A partir de allí se profundizó a gran escala la "descentralización" hospitalaria, atención primaria (primitiva) para la salud, coordinación con organismos multinacionales (Banco Mundial) y desarrollo de los pulpos farmacéuticos.
Muchos "progres", "comunistas", "nac & pop" y demás variantes han adscrito casi de un modo militante a esta política de Alma Ata.
La gran industria farmacéutica pretende también lucrar con esta epidemia. Es que los antivirales están en manos de dos grandes pulpos: Roche (osetalmivir) y Glaxo (zanamivir), fuertemente golpeados por la crisis mundial capitalista.
Tenemos que liberar las patentes frente a la epidemia, nacionalizar la industria farmacéutica bajo control de los trabajadores, triplicar el presupuesto en salud, nacionalizar el conjunto de la medicina privada en todas sus formas (centros de diagnóstico, de internación, etc.), defender las salas de los barrios para que tengan insumos y se garantice el traslado de los pacientes que así lo requieran, fortalecer el hospital público, triplicar el presupuesto educativo y orientar la investigación hacia los intereses de las mayorías.
Se trata, en definitiva, de que la descomposición de este régimen social no derive en nuevas epidemias. Hay que luchar, aquí también, para que la crisis la paguen los capitalistas.

Matías (PO-Medicina, UBA)