domingo, 12 de julio de 2009

La improvisación tiene responsables políticos

Ocaña y Sergio Massa anunciaron a fines de mayo el cierre por 14 días de 4 escuelas de Belgrano y Pilar ante los nuevos casos confirmados de gripe A (H1N1).

Las cifras oficiales informaban 19 enfermos.

El 1º de junio Clarín informaba que los casos ascendían a 115; el 90% en escuelas.

El 03/06/09 Crítica publicó las declaraciones del Ministro de Salud cordobés, Oscar González, quien aseguró que esta enfermedad “es un fiasco” inventado por los laboratorios para vender más medicamentos, sin privarse de criticar la medida adoptada a nivel nacional de cortar los vuelos a México.

A pesar de González, la Agencia de Noticias Institucionales informó el 03/06/09 que el Ministro de Salud bonaerense ponía en funcionamiento una red de consultorios especiales destinados fundamentalmente a la atención de casos sospechosos de influenza A (H1N1) en 13 hospitales de referencia regional de la provincia.

El 08/06/09 el viceministro de Salud de la Nación Carlos Soratti confirmó 13 casos más, ascendiendo la cuenta a 215 casos confirmados desde el comienzo de la epidemia en abril.

El 09/06/09 La Voz del Interior señaló que el Ministro Claudio Zin en la provincia de Buenos Aires, propondrá en la reunión de mañana del Comité de Seguimiento de la influenza A (H1N1) que no se cierren más los colegios en donde se hayan detectado casos de la enfermedad, ya que, a su criterio, el mejor método preventivo es el aislamiento voluntario.

Veintidós escuelas cerraron en Capital Federal y provincia de Buenos Aires a pesar de que Zin y González desaconsejaban el cierre de los colegios.

El 18/06/09 el número total de enfermos ascendía a 918 (Clarín).

El comité de expertos del Ministerio de Salud de la Nación recomendó que en el Área Metropolitana no se cerraran más escuelas y que la suspensión de clases será evaluada por la autoridad sanitaria local.

El Ministro de Salud porteño Dr. Lemus dijo que en la Ciudad la enfermedad estaba en etapa de transición con circulación del virus fuera de los colegios, admitiendo la progresión de la epidemia.

El 23/06/09 el Malbrán confirmaba 95 casos nuevos y un total de 1.213 en el país (La Voz del Interior).

En Córdoba se confirmaban nueve pacientes notificados en forma oficial.

En el país quedaban sólo seis de las 24 jurisdicciones sin casos confirmados de influenza A (H1N1), siendo la Capital Federal en donde hay más contagios (614), seguida de la provincia de Buenos Aires, con 355.

El 25/06/09 La Nación fue categórica: la epidemia de influenza A/H1N1 adquiere cada día una magnitud más preocupante. El Gobierno analiza decretar la emergencia sanitaria en la región metropolitana la semana próxima, después de las elecciones legislativas, lo que daría paso a drásticas medidas de contención del contagio, con el cierre temporal de lugares de concurrencia masiva, como colegios, shoppings, cines y recitales.

Mientras Ocaña esquivaba la declaración de la emergencia nacional en medio del desborde del sistema de salud, el comité de crisis eligió no reunirse hasta pasadas las elecciones.

“Claudio Zin comentó anteayer que el ausentismo en los hospitales alcanzaba el 40% por el personal también afectado por diferentes enfermedades. Frente a esa situación y al notable incremento de las consultas médicas se determinó convocar a profesionales sanitarios jubilados y a estudiantes de los últimos años de la carrera de medicina para que hicieran el control primario de las consultas.

El Hospital Posadas (Haedo) el centro de derivación con mayor cantidad de muertes, se encontraba colapsado.

El 26/06/09 el Consejo Federal de Salud decidió solicitar al Ejecutivo Nacional la declaración de la emergencia sanitaria.

Un día después de las elecciones Morales Solá (La Nación) fue terminante: “cuando haya escampado el vendaval de las elecciones, Argentina chocará de frente con su realidad sin retoques: el drama de la influenza A/H1N1 (que se está llevando vidas jóvenes y sanas), la parálisis y el aislamiento de su economía, la escasez de trabajo, el asombro constante de la inflación y la irrelevancia de su papel en el mundo”, admitiendo la carencia del sistema sanitario y la falta de estrategia gubernamental para enfrentar la epidemia.

Morales Solá señaló que las vacilaciones de Ocaña ante el efecto electoral de la declaración de la emergencia sanitaria, coincidieron con la paralizaron del gobierno, denunciando un hecho más grave aún: ni la Argentina ni la Ciudad de Buenos Aires tienen recursos esenciales para enfrentar una crisis sanitaria como la que se anuncia!

El 29/06/09 cinco provincias (Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Entre Ríos y Neuquén) resolvieron suspender las clases en todos sus niveles.

Los especialistas descreían de la información oficial, dato que incidiría en la tasa de letalidad, mucho mayor a los demás países, asumiéndose además que las camas de internación no alcanzan, las cirugías programadas fueron suspendidas y que se necesitan más médicos y más respiradores (Agencia IPS).

Mientras los gremios de la salud de Córdoba reclaman por las medidas de bioseguridad para sus trabajadores, las cifras “no actualizadas por la acefalía ministerial” señalan 43 muertes y 1587 casos confirmados.

El 01/07/09 la Ciudad de Buenos Aires y 16 provincias resolvieron suspender el dictado de clases en todos sus niveles, para prevenir la propagación del virus de la influenza A/H1N1 en las escuelas, a la vez que varias jurisdicciones decretaron la emergencia sanitaria con la misma finalidad (Ámbito)

El 02/07/09 todas provincias suspendieron las clases involucrando a 11.000.000 de estudiantes (Clarín), adhiriendo en la UBA la Facultad de Odontología, Medicina, Sociales, el CBC, los colegios Nacional Buenos Aires, Carlos Pellegrini y la Escuela de Producción Agropecuaria.

En medio de la improvisación gubernamental y cuando los especialistas anuncian que en las próximas dos semanas ocurrirá el pico de esta oleada epidémica, distintos municipios y Ciudades tomaron sus propias medidas de acción.

El nuevo Ministro de Salud de la Nación Manzur declaró que desde el comienzo de la epidemia hubo más de 100.000 infectados en todo el país, 60 veces más que el último parte pre electoral!.

Cristina Kirchner lo cruzó de inmediato dando cuenta del primer enfrentamiento.

Clarín publica en su tapa del 04/07/09 la falta de coordinación para frenar la pandemia.

La crisis sanitaria desatada por la epidemia de gripe desnuda la realidad del sistema de salud, estructuralmente quebrado e incapaz de enfrentar las necesidades de la población.

La epidemia de gripe profundiza la crisis política.

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